He played solitaire in bed...
Madeleine Peyroux
-¿Mellon Collie and the infinite sadness?, ¡Dios! no el álbum sino ese nombre... toda una generación jodida. Mira el caso de Kurt Cobain: el tipo es joven, Buena pinta, tiene un grupo exitoso... ¡se tira a Courtney Love! Pero no, el man es una güeva, se deprime y se pega un tiro. Te digo que esta es una generación echada a perder.
(A mí nunca me ha gustado Courtney Love) Lo escucho a él y guardo silencio, por lo general no digo nada. A veces me echo a reír, pero nunca entiende por qué.
Felipe es alto como él solo, flaco, de labios carnudos y dientes desordenados. A pesar de su tamaño es imposible no pensar en un niño -si acaso un adolescente- al verlo caminar con sus extremidades gigantescas. Es un niño hambriento de amor, todo en él grita "¡Quiéreme, quiéreme!", incluso ahora que me mira desde el piso, casi desnudo con el portátil en las piernas, jugando solitario y pensando en los Smashing pumpkins, Reality bites, y la depresión colectiva por cosas inexistentes de todos los que fuimos adolescentes cuando apenas empezaban los 90's.
-Echados a perder... estos manes nos hablan con una tristeza, nos hacen querer cosas que ellos mismos nunca tuvieron y ¿por qué? ¿ah?... ¡porque no existen!... nos llenaron la cabeza con esa mierda, nos vendieron sus "destinitos fatales"...
Lo miro desde la cama. Sonrío. Veo sus labios y deseo besarlos, pero es imposible.
-¿Por qué sonríes? ¿Te parece chistoso?
Él se toma muy en serio, yo no, no estoy aquí; sólo nos veo desde afuera perdiendo el tiempo y llenando el espacio de la habitación con ideas hiladas de tal forma que parezcan una verdad revelada, él habla como escribe, yo callo como siento.
-¿No vas a decir nada?
Me enredo entre mi bata y la sábana y doy media vuelta en el colchón, cierro los ojos y me veo a mí misma enredada y sola, a cinco mil kilómetros de él, sus palabras son un mumullo indescifrable -es que si no te beso no existes Felipe, pero eso no lo sabes-; me habla y sabe que me gusta, tal vez cree que es por eso que estamos aquí después de tanta torpeza y ganas de comernos a mordiscos, de los abrazos tiernos y, los otros... pero no sabe la verdad. Estamos aquí porque yo he querido saber como se sentiría... pero no se siente nada, me dan ganas de llorar mientras me pregunta que de quién es esa canción y yo no entiendo -entre el insomnio y los pies fríos- por qué sigo jugando a estas cosas o qué quiero probarme -ni por qué contigo-, y le respondo que es de Julie Delpy.
-Es hermosa esa vieja... es la canción de esa película...
-Before Sunset -digo- también tiene otras canciones.
-No sabía que cantaba, pero ¿sí ves?, esa película es el perfecto ejemplo de lo que te estoy diciendo, esas películas te joden haciéndote esperar algo que no llegará, te hacen sentir...
-Miserable –Sonrío.
-Sí...
Miserable como yo Felipe, haciendo un performance de amante pasajera, de dulce refugio entre abrazos y piernas mientras me hablas de otras y cuánto las quieres... ¿y yo Felipe? ¿y yo?
Ahh cierto, es que tampoco existo. Que soy una caja, un paquete sellado al vacío, que no cuento Felipe, que nos miramos a los ojos sin pretensiones ni preguntas... y no se ve nada adentro, nada. Yo soy esta gente que regala su cuerpo porque es incapaz de encontrar amor, y me abrazo a tu espalda resignada, sabiendo que estar contigo es igual o peor que que estar sola... Melancholy and the infinite sadness Pipe.
Madeleine Peyroux
-¿Mellon Collie and the infinite sadness?, ¡Dios! no el álbum sino ese nombre... toda una generación jodida. Mira el caso de Kurt Cobain: el tipo es joven, Buena pinta, tiene un grupo exitoso... ¡se tira a Courtney Love! Pero no, el man es una güeva, se deprime y se pega un tiro. Te digo que esta es una generación echada a perder.
(A mí nunca me ha gustado Courtney Love) Lo escucho a él y guardo silencio, por lo general no digo nada. A veces me echo a reír, pero nunca entiende por qué.
Felipe es alto como él solo, flaco, de labios carnudos y dientes desordenados. A pesar de su tamaño es imposible no pensar en un niño -si acaso un adolescente- al verlo caminar con sus extremidades gigantescas. Es un niño hambriento de amor, todo en él grita "¡Quiéreme, quiéreme!", incluso ahora que me mira desde el piso, casi desnudo con el portátil en las piernas, jugando solitario y pensando en los Smashing pumpkins, Reality bites, y la depresión colectiva por cosas inexistentes de todos los que fuimos adolescentes cuando apenas empezaban los 90's.
-Echados a perder... estos manes nos hablan con una tristeza, nos hacen querer cosas que ellos mismos nunca tuvieron y ¿por qué? ¿ah?... ¡porque no existen!... nos llenaron la cabeza con esa mierda, nos vendieron sus "destinitos fatales"...
Lo miro desde la cama. Sonrío. Veo sus labios y deseo besarlos, pero es imposible.
-¿Por qué sonríes? ¿Te parece chistoso?
Él se toma muy en serio, yo no, no estoy aquí; sólo nos veo desde afuera perdiendo el tiempo y llenando el espacio de la habitación con ideas hiladas de tal forma que parezcan una verdad revelada, él habla como escribe, yo callo como siento.
-¿No vas a decir nada?
Me enredo entre mi bata y la sábana y doy media vuelta en el colchón, cierro los ojos y me veo a mí misma enredada y sola, a cinco mil kilómetros de él, sus palabras son un mumullo indescifrable -es que si no te beso no existes Felipe, pero eso no lo sabes-; me habla y sabe que me gusta, tal vez cree que es por eso que estamos aquí después de tanta torpeza y ganas de comernos a mordiscos, de los abrazos tiernos y, los otros... pero no sabe la verdad. Estamos aquí porque yo he querido saber como se sentiría... pero no se siente nada, me dan ganas de llorar mientras me pregunta que de quién es esa canción y yo no entiendo -entre el insomnio y los pies fríos- por qué sigo jugando a estas cosas o qué quiero probarme -ni por qué contigo-, y le respondo que es de Julie Delpy.
-Es hermosa esa vieja... es la canción de esa película...
-Before Sunset -digo- también tiene otras canciones.
-No sabía que cantaba, pero ¿sí ves?, esa película es el perfecto ejemplo de lo que te estoy diciendo, esas películas te joden haciéndote esperar algo que no llegará, te hacen sentir...
-Miserable –Sonrío.
-Sí...
Miserable como yo Felipe, haciendo un performance de amante pasajera, de dulce refugio entre abrazos y piernas mientras me hablas de otras y cuánto las quieres... ¿y yo Felipe? ¿y yo?
Ahh cierto, es que tampoco existo. Que soy una caja, un paquete sellado al vacío, que no cuento Felipe, que nos miramos a los ojos sin pretensiones ni preguntas... y no se ve nada adentro, nada. Yo soy esta gente que regala su cuerpo porque es incapaz de encontrar amor, y me abrazo a tu espalda resignada, sabiendo que estar contigo es igual o peor que que estar sola... Melancholy and the infinite sadness Pipe.
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